domingo, 31 de agosto de 2014

Epa tú,¡ Miserable!

EPA, TÙ, ¡ MISERABLE! ¿Quién me llamó miserable?, ¿Los señores de los números, el reino de las explicaciones, el imperio de la razón, los gobiernos de las monedas, el principado de las religiones, el dominador de las tierras y los linderos, las monarquías del tiempo y las tres dimensiones? Me repliego en debilidad y abatimiento, desgastada por el vicio de creerme bella y poderosa. Me dejé engañar con ilusiones y adulación por mi poder y naturaleza, ese poder negro con el que me embriagué hasta dejarme ultrajar borracha de placer. Ahora no puedo parar. ¡Detente hipnotismo asqueroso! ¡Soy Venezuela! No te aproveches de mi vientre que sangra líquido negro, no quebrantes más mis huesos ni te chupes el tuétano. ¡Deja quieta la leche de mis pechos! Estoy débil, no tengo fuerzas para zafarme. ¿Quién me arrulla?, no tengo madre ni padre, están desaparecidos como muertos no reconocidos por la historia en alguna playa o tepui, quizás en alguna cordillera, en la llanura o en el alma del río padre. Quiero dormir sin ser atacada o ultrajada, necesito salir de este balde de inmundicia. ¿Quién me arrulla?, ¿Quién me abraza? ¡Pido auxilio desde mis entrañas! Pierdo el sentido y me desmarco de las dominaciones. Permanezco en el espacio sin estadísticas ni nombramientos. Aquí la pureza de la existencia no se encuadra en arquetipos humanos y tampoco es aprehendida por la palabra, sin embargo escucho a mi madre que me acuna, es una melodía familiar “duérmete mi niña que tengo que hacer… ¿Me arrulla o es el himno nacional, o el canto del Caroní glorioso golpeando agua sin cesar? La cascada, baña mi cuerpo, no siento peligro y tampoco hace frio. Estoy cubierta de pétalos de rosas, nadie me ultraja, aquí no soy miserable. Tengo sueño, dormida en una piedra me cobija una manta de piedras preciosas que me protege de la noche. Mis manos se aquietan planas en la tierra, me hago yo con ella y con la piedra. Soy de nuevo tierra y origen, principio y naturaleza. Me re encuentro con el olor de mi madre y el sudor de mi padre, trascendidos en tierra, agua, viento, luna y estrellas. Me reconozco, Soy Venezuela, tierra santa y tierra bella. Recobro el sentido, todo quedó atrás, ya no hay ultraje, soy dueña de mi poder y mi creación. Mis uñas aran la tierra con el poder de la india mi madre y el sudor del indio mi padre. La jornada empieza, hay mucho que hacer. Tarareo como el cristofué, el turpial, el colibrí, el querre querre y la guacharaca. Recojo a mis hijos dispersos, los abrazo y acuno con el calor de mis pechos. Les canto, “duérmete mi niño que tengo que hacer……, mi vientre sangra poder negro, mis pechos deslumbran como piedras preciosas, m esqueleto se recupera. ¡No soy miserable! Soy bella, soy buena, Soy Venezuela. María Antonieta Angarita 30-8-2014

sábado, 30 de agosto de 2014

CONFIESO Al leer el documento del actor Miguel Angel Landa, entendí su profunda depresión, su inmenso quiebre y su estado de desolación. Sentí respeto y amor por su proceso, sin embargo, también me sentí en un espacio distinto al que él retrató desde su ventana. Entonces decidí escribir inspirada en sus palabras desde mi ventana perceptiva. Posteriormente recordé uno de mis cuentos favoritos, titulado UN CUENTO DE MI PAÏS, que anexé al texto. Espero que esta visión también estimule nuevas ventanas perceptivas, hay espacio para todas. CONFIESO CONFIESO QUE SE EN DONDE ME ENCUENTRO. LAS REFERENCIAS PARA UBICARME EN MI VENEZUELA ME LA DAN MIS VIVENCIAS, MI DÍA A DÍA, MI FAMILIA, MIS VISITAS A LA QUEBRADA QUINTERO, EL GRUPO DE MIS AMIGAS Y LOS DE MIS HIJOS, MIS TEQUEÑOS, MIS ESCRITOS Y CUENTOS, MIS ESTUDIANTES. YO SOY CARAQUEÑA, MI CASA NO ES RELLENO SANITARIO, TIENE CUADROS BONITOS, EL COLOR DE LAS PAREDES ES ALEGRE. HAY MÚSICA, ORFEBRERÍA Y MUCHOS TEQUEÑOS. NACÍ Y CRECÍ EN CARACAS Y SIGO SIENDO CARAQUEÑA. MI VIDA ESTÁ LLENA DE SORPRESAS, JAMÁS SERÁ ABURRIDA. VISITÉ CASI TODO EL PAÍS Y QUIERO VOLVER A RECORRERLO. ME CUESTA CONSEGUIR LA COMIDA PERO MANTENGO EL OLOR A CAPACHA, AREPA Y TEQUEÑO SABROSO.MI CEREBRO Y MI METABOLISMO RETOMA COORDENADAS FRENTE A LAS DIFICULTADES, ENTIENDO QUE HAY RUMBOS DISTINTOS QUE SE ME HACEN EXTRTAÑOS, ME ESFUERZO POR DESCIFRARLO HAY MOTIVACIONES DE LUCHA, LOS ESTUDIANTES SON MI INSPIRACIÓN Y EJEMPLO, ME HACEN SENTIR QUE QUIERO LUCHAR POR LO NUESTRO.¿SERÁ QUE MI VENEZUELA ESTÁ VIVA EN OTRO PLANO DE EXISTENCIA AL QUE PODRÉ CONTACTAR DESDE MI SILENCIO Y MI PROPIA FUERZA? EL INTERSTICIO LLAMADO VENEZUELA, ME LLAMA, LO PRESIENTO…. EL PAÍS ESTÁ PRESENTE EN LA MEMORIA Y LA SANGRE DE LOS LUCHADORES SOCIALES. NO HAY UN CADÀVER QUE SEPULTAR PORQUE VENEZUELA NO ESTÁ MUERTA. EL PUNTO DE RENACIMIENTO ESTÁ PRÓXIMO, LO PRESIENTO………ME LO DICE MI SILENCIO DESDE MUY ADENTRO…. PRONTO SE DIRÁ, VENEZUELA RENACIÓ, NO HACE FALTA VELORIO, HACE FALTA VOLUNTAD PARA RECONSTRUIR NUESTRA HISTORIA. COMIENZO DE UNA NUEVA ERA EN LA QUE EL DOLOR Y LA EXPERIENCIA VIVIDA SERÁ RECORDADA CON RESPETO Y LECCIÓN APRENDIDA, LA VERGÜENZA POR LAS FALLAS COMETIDAS SERÁ TRANSFORMADA EN PERDÓN, VOLUNTAD Y ACCIÓN UN CUENTO DE MI PAÍS En mi país todo el mundo vivía de puros cuentos. El cuento del día anterior amenizaba la mañana de cada día y ¡ni se diga lo que disfrutaban los citadinos con los recuentos del vecino más cercano! Gracias a Dios que por mucho cuento que hubiese, nadie se cansaba de oírlos porque la fuente de los cuentos de donde salía la vida de ese pueblo siempre estaba aceitada, brillante y bien bonita. Así que todos los cuentos que alimentaban a la gente eran buenos y bien hechos. Si es así….¡no había ningún problema de vivir de puros cuentos!...... Era tan importante el cuento en ese lugar, que le llamaron el país de los cuentos y hasta en las universidades era obligatorio aprender a escuchar y recitar cuentos. Por su puesto, el Presidente era un cuenta cuentos y ¡merecía mucho respeto!. En los encuentros internacionales, los presidentes de otros países esperaban ansioso el cuento que relataría el presidente cuenta cuentos en su discurso oficial. Gracias a esos encuentros, nuestro país había establecido un convenio para distribuir los cuentos a nivel mundial. Fue tal el éxito, que la industria de los cuentos se convirtió en el pilar de la economía nacional. Sin embargo, no podía faltar el grupo de malvados y envidiosos que eran incapaces de escuchar y contar un buen cuento e hicieron un plan para desestabilizar el país de los cuentos bonitos.¡El proyecto era malévolo! No consistía en dañar la fuente fabricadora de cuentos, sino en reprogramarla para que contara falsedades, mentiras y cuentos alejados de moral y doctrina alguna, para confundir a todo el mundo sin que se percataran de lo que estaba sucediendo, ya que le colocarían una dosis de hipnotismo al cambio que introducirían en el sistema de la fuente, de manera que los habitantes ni siquiera a través del tiempo, se percataran de lo sucedido. Esto permitiría que los malvados se hicieran dueños del gobierno y acomodaran los ingresos nacionales a su antojo y beneficio personal. Comenzó entonces en mi país una ola de injurias y equivocaciones, insultos entre unos y otros, ofensas por los relatos malvados que la fuente estaba produciendo. Informaciones negativas, poco entendimiento y pobreza por todos lados. Todos estaban confundidos y desconcertados, no comprendían lo que estaba sucediendo. La gente que intentaba enderezar los cuentos, se confundía y caía en el lodo del pleito, del engaño y la persecución. Añoraban aquel tiempo en que se vivía feliz a punta de cuentos, recuentos y cuenta cuentos. Pero el grupo de malvados no se percató que el alma de mi pueblo no había perdido el gusto por los cuentos buenos, porque los sabios y prudentes del lugar guardaban muy celosamente los manuscritos de aquellos viejos tiempos y nunca dejaron de disfrutar y de leer a los demás, los hermosos relatos de aquellos momentos de historia nacional. En oportunidades los llamaban de instituciones y universidades de renombre, entonces dictaban foros y charlas sobre historia nacional y buenos cuentos, pero al mezclar esta labor con el desorden de los cuentos reprogramados, aquello se enredaba en un terrible “descuento”. Solo se salvaban del desastre los padres y maestros de escuela que inventaban sus propios cuentos a falta de aquella máquina que ofrecía relatos hermosos y los contaban a sus hijos y alumnos. Estos cuentos no estaban reprogramados, recordaban los que otrora aquella máquina brindara….. Cerca de la fuente famosa, existía desde hace muchos años, una hermosa escuela llamada “El Escondite”. Allí los maestros si vivían de buenos cuentos. Lo recuerdo porque fue allí donde aprendí y conté muchos cuentos……Comenzaba la fiebre del béisbol, entonces los muchachos practicaban a diario después de escuchar el relato que el maestro les brindaba para comenzar la jornada. Se cuadró al bate Guillermo Caraota Hernández, como lo llamaban los compañeros de equipo, porque cada vez que jugaba se comía una suculenta empanada de caraotas negras, ya que según él, le daría la fuerza de mil hombres para batearla de jonrón. ¿Qué tenía la empanada de caraotas ese día?, no lo se, solo recuerdo que el joven Guillermo bateó la bola de frente, no con la fuerza de mil hombres, sino de todo un pueblo en busca de su objetivo. La bola salió del terreno y fue a dar, no se sabe si por pura coincidencia o por dirección precisa del batazo, al mero corazón de la fuente reprogramada de los cuentos. Perforó por completo el sistema hasta quedar totalmente desecha. ¡Hubo alarma Nacional! ¡Aquel batazo desestabilizó el orden nacional! ¡Por culpa de una empanada de caraotas negras y una bola de béisbol, se acabaría la economía nacional!. Ese era el cuento que corría de sitio en sitio. Reuniones por aquí y por allá, historias turbia en cada casa, expectativas por lo que sucedería era el tema del día. Decidió entonces una comisión de sabios, prudentes y jóvenes cuenta cuentos, organizar desinteresadamente todos aquellos cuentos que hacían la historia de mi país, el país de los buenos cuentos y cuenta cuentos. Pidieron el esfuerzo de la gente, en especial de los padres, maestros, estudiantes y profesionales que todavía sabían hacer y contar buenos cuentos, para ofrecer al pueblo la verdadera historia de su pasado, para que así hubiese una fuente viva de cuentos en el alma de cada venezolano. Fue así como mi país recomenzó. Fue así como mi país, después de mucho dolor, retomó las riendas de su historia y rompió el hipnotismo que lo anulaba, para comenzar a forjar el futuro en el alma de cada venezolano. Guillermo Caraota Hernández siguió bateando, estudiando, leyendo y contando buenos cuentos. Creció, se hizo profesional y tuvo familia y a sus hijos siempre les contó el cuento aquel de la empanada de caraotas negras que había despertado al pueblo venezolano. Yo sigo contando cuentos y enseñando a contarlos. Este es uno de mis preferidos, porque cuenta la historia vivida del pueblo venezolano. María Antonieta Angarita. 8-9-97, CORRECCIONES 10/10/2007